viernes, 25 de junio de 2010

El Miedo


El Miedo.

Otro de los sentimientos básicos es el miedo. Su utilidad es fundamental en nuestras vidas, gracias al miedo evitamos el peligro. Cuando percibimos una situación como peligrosa, nuestro cuerpo desencadena una serie de reacciones bioquímicas que nos prepara para afrontar el riesgo o para huir de él.

De manera cultural, en nuestro contexto, el miedo es un sentimiento poco valorado. Es más, podría decir que el miedo es considerado como una debilidad y lo relacionamos con lo femenino. Por ello, los varones nos vemos “forzados” a ignorarlo… y muchos lo aprendemos muy bien, al grado de que, con el paso del tiempo, nos cuesta trabajo identificarlo, y terminamos poniéndole otros nombres que socialmente, son mucho más aceptados.

A pesar de esto, el organismo, que no entiende de cartabones sociales, continúa experimentándolo, aunque le llamemos “enojo” “frustración” “impaciencia” o… “intolerancia”.

Cuando el miedo es muy grande, puede llegar a paralizarnos y esto, a pesar de que muchos no lo crean, también puede ser útil. Hay ocasiones en las que es mejor no movernos, porque no sabemos cuál es la dirección en que avanzamos y en cuál retrocedemos. Aunque es cierto… cuando me paralizo, también puedo ser una presa fácil de mi depredador.

La función biológica básica del miedo es la supervivencia. El experimentarlo implica la necesidad de alejarnos, de protegernos, nos da la idea de fragilidad, de desventaja, de pérdida, de dolor…

¿Tú cómo sabes que estás experimentando el miedo? ¿Cómo lo sientes? ¿Dónde los sientes?

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