El Miedo

El Miedo.

Otro de los sentimientos básicos es el miedo. Su utilidad es fundamental en nuestras vidas, gracias al miedo evitamos el peligro. Cuando percibimos una situación como peligrosa, nuestro cuerpo desencadena una serie de reacciones bioquímicas que nos prepara para afrontar el riesgo o para huir de él.

De manera cultural, en nuestro contexto, el miedo es un sentimiento poco valorado. Es más, podría decir que el miedo es considerado como una debilidad y lo relacionamos con lo femenino. Por ello, los varones nos vemos “forzados” a ignorarlo… y muchos lo aprendemos muy bien, al grado de que, con el paso del tiempo, nos cuesta trabajo identificarlo, y terminamos poniéndole otros nombres que socialmente, son mucho más aceptados.

A pesar de esto, el organismo, que no entiende de cartabones sociales, continúa experimentándolo, aunque le llamemos “enojo” “frustración” “impaciencia” o… “intolerancia”.

Cuando el miedo es muy grande, puede llegar a paralizarnos y esto, a pesar de que muchos no lo crean, también puede ser útil. Hay ocasiones en las que es mejor no movernos, porque no sabemos cuál es la dirección en que avanzamos y en cuál retrocedemos. Aunque es cierto… cuando me paralizo, también puedo ser una presa fácil de mi depredador.

La función biológica básica del miedo es la supervivencia. El experimentarlo implica la necesidad de alejarnos, de protegernos, nos da la idea de fragilidad, de desventaja, de pérdida, de dolor…

¿Tú cómo sabes que estás experimentando el miedo? ¿Cómo lo sientes? ¿Dónde los sientes?

El Afecto

Si cada sentimiento que experimentamos tiene una función biológica… ¿para qué nos sirve el afecto?

El afecto es un sentimiento que nos lleva al encuentro con el otro, que nos lanza a salir de nosotros mismos, que nos abre y que nos une.

Gracias al afecto, tenemos la posibilidad de compartir nuestro mundo interior, e incluso, nos expone a modificarlo, cuando hacemos contacto con las demás personas.

Es por el afecto –y en particular por una expresión específica de éste; el amor de pareja–, que estamos en este mundo, que hemos recibido el regalo de la vida... el afecto es fecundidad.

Es claro que la función biológica básica del afecto es la unión, la preservación de la vida.

El afecto y todas sus expresiones, nos dan la idea de acercamiento, de ventaja, de ganancia, de placer.

¿Cómo sabes tú, cuando experimentas afecto? ¿Cómo lo sientes? ¿Dónde lo sientes?

¿Para qué nos sirven los sentimientos?

Los sentimientos tienen una función biológica de supervivencia.

Los seres humanos hemos sido dotados de emociones para responder a las situaciones que nos presenta el ambiente. Cada uno de los sentimientos que experimentamos tiene una función específica, cada uno de ellos es una herramienta distinta. ¿Te has puesto a pensar para qué te sirve tener miedo, o qué ganas enojándote?

Pues cada sentimiento que experimentamos nos está alertando de que algo significativo está pasando allá afuera… o por lo menos así lo interpretamos.

Emociones y Sentimientos

¿Cuál es la diferencia entre una emoción y un sentimiento?

Las emociones son las respuestas que ocurren en el cuerpo de una persona, como resultado de los estímulos que percibe del ambiente, es decir, las emociones son esas sensaciones que experimentas cuando algo especial te ocurre.

¿Alguna vez has sentido “un hueco en el estómago”? ¿O tal vez “un nudo en la garganta”? ¿Quizás has sentido “maripositas en la panza”?... ¿No? Si acaso no lo has sentido… ¡pues de lo que te has perdido!

Por otra parte, decimos que los sentimientos son el nombre que le ponemos a las emociones. Así yo digo que tengo miedo cuando se eriza mi piel, o que estoy triste cuando siento una pesadez en mi rostro y necesito correr a esconderme…

¿Tú como sabes qué sentimiento vives? ¿Cuáles son las sensaciones que experimentas? ¿Cómo le pones nombre a cada una?